CARPETA CIENCIAS SOCIALES
FECHA : 30/4
Durante la semana pasada, trabajamos en torno de los derechos de las mujeres. Un tema de mucha actualidad e importancia para una sociedad democrática.
Esta semana, vamos a trabajar en Ciencias Sociales otro tema muy importante: la construcción del Estado Nacional.
La Argentina como país se construyó a lo largo de varias décadas. No faltaron los conflictos ni la violencia para imponer el proyecto de algunos grupos sociales sobre otros. En los próximos días iremos aprendiendo sobre las grandes transformaciones que se sucedieron entre 1870 y 1910 en nuestro territorio.
Para apreciar equitativamente una ciudad como Buenos Aires hay que saber que en 1870 no tenía más que 175.000 habitantes, mientras que hoy tiene 1 millón 300.000.
En el año indicado no existía el puerto. Para desembarcar, cuando se llegaba de Europa, había que bajar del buque a una pequeña canoa y luego saltar a tierra.
La plaza de Mayo y las calles inmediatas formaban el centro de la población. La calle Florida, que vemos hoy con sus almacenes de lujo, su pavimento asfaltado y su Jockey Club, no era entonces sino una cloaca. Las calles sin empedrar se convertían en los días de lluvia en verdaderos torrentes de cieno.
No había alcantarillado ni distribución de agua. Se bebía la de las cisternas o aljibes, en vecindad con los vertederos. Por la noche, apenas se alumbraban las calles. Se salía, pues, poco y haciéndose acompañar de un criado provisto de una linterna.
Todas las casas, bajas, construidas con barro y ladrillos, no tenían más que una planta. Sin embargo, debían tener su atractivo aquellas viejas casas, sus jardines sobre todo. Eran una sucesión de tres patios a la española.
—Todo eso —me decía una dama de las más distinguidas de la sociedad actual— no estaba muy lujosamente instalado. En casa de mi abuelo, uno de los porteños más ricos de entonces, solo el comedor y un dormitorio tenían algunos muebles. Las otras habitaciones donde dormían mi madre y mis tías no tenían más muebles que catres. No había chimeneas, bastaban los braseros para los días fríos.
Todos los días, a eso de las cuatro, se tomaba el baño. Se desconocían naturalmente las instalaciones confortables de ahora
Cuando pasaba el vendedor de agua, las criadas, al ruido de su campanilla, corrían a comprar algunos cubos.
No se viajaba, o casi nada. Una travesía era un acontecimiento antes del cual había que asistir a la “misa del Buen Viaje” para encomendar el alma a Dios.
Y esa ciudad puramente colonial es la que se ha convertido, en menos de cuarenta años, en una de las más grandes ciudades cosmopolitas del mundo.
Fuente: Jules Huret (1988), De Buenos Aires al Gran Chaco, volumen I, Buenos Aires: Hyspamérica, pp. 35-38.
RESPONDE :
Para pensar y comentar.
a) ¿Cómo dirían que era la ciudad de Buenos Aires hacia 1870 según el relato de Jules Huret?
b) ¿Qué cambios podrían notarse en la calle Florida alrededor de 1910?
c) Jules Huret dice que en 1870 no existía el puerto.
d)¿Les parece que mejorarlo sería una tarea importante para la formación del país? ¿Por qué?
FECHA : 30/4
Durante la semana pasada, trabajamos en torno de los derechos de las mujeres. Un tema de mucha actualidad e importancia para una sociedad democrática.
Esta semana, vamos a trabajar en Ciencias Sociales otro tema muy importante: la construcción del Estado Nacional.
La Argentina como país se construyó a lo largo de varias décadas. No faltaron los conflictos ni la violencia para imponer el proyecto de algunos grupos sociales sobre otros. En los próximos días iremos aprendiendo sobre las grandes transformaciones que se sucedieron entre 1870 y 1910 en nuestro territorio.
Para apreciar equitativamente una ciudad como Buenos Aires hay que saber que en 1870 no tenía más que 175.000 habitantes, mientras que hoy tiene 1 millón 300.000.
En el año indicado no existía el puerto. Para desembarcar, cuando se llegaba de Europa, había que bajar del buque a una pequeña canoa y luego saltar a tierra.
La plaza de Mayo y las calles inmediatas formaban el centro de la población. La calle Florida, que vemos hoy con sus almacenes de lujo, su pavimento asfaltado y su Jockey Club, no era entonces sino una cloaca. Las calles sin empedrar se convertían en los días de lluvia en verdaderos torrentes de cieno.
No había alcantarillado ni distribución de agua. Se bebía la de las cisternas o aljibes, en vecindad con los vertederos. Por la noche, apenas se alumbraban las calles. Se salía, pues, poco y haciéndose acompañar de un criado provisto de una linterna.
Todas las casas, bajas, construidas con barro y ladrillos, no tenían más que una planta. Sin embargo, debían tener su atractivo aquellas viejas casas, sus jardines sobre todo. Eran una sucesión de tres patios a la española.
—Todo eso —me decía una dama de las más distinguidas de la sociedad actual— no estaba muy lujosamente instalado. En casa de mi abuelo, uno de los porteños más ricos de entonces, solo el comedor y un dormitorio tenían algunos muebles. Las otras habitaciones donde dormían mi madre y mis tías no tenían más muebles que catres. No había chimeneas, bastaban los braseros para los días fríos.
Todos los días, a eso de las cuatro, se tomaba el baño. Se desconocían naturalmente las instalaciones confortables de ahora
Cuando pasaba el vendedor de agua, las criadas, al ruido de su campanilla, corrían a comprar algunos cubos.
No se viajaba, o casi nada. Una travesía era un acontecimiento antes del cual había que asistir a la “misa del Buen Viaje” para encomendar el alma a Dios.
Y esa ciudad puramente colonial es la que se ha convertido, en menos de cuarenta años, en una de las más grandes ciudades cosmopolitas del mundo.
Fuente: Jules Huret (1988), De Buenos Aires al Gran Chaco, volumen I, Buenos Aires: Hyspamérica, pp. 35-38.
RESPONDE :
Para pensar y comentar.
a) ¿Cómo dirían que era la ciudad de Buenos Aires hacia 1870 según el relato de Jules Huret?
b) ¿Qué cambios podrían notarse en la calle Florida alrededor de 1910?
c) Jules Huret dice que en 1870 no existía el puerto.
d)¿Les parece que mejorarlo sería una tarea importante para la formación del país? ¿Por qué?
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